Incandescente
Llovía. Llevaba aquellas botas desgastadas de mis andares bajo la helada tormenta. Andaba por unas calles muy transitadas; donde la gente no se paraba ni por un segundo a mirar el tiempo. Siempre con prisas...
A veces, incluso me salpican al correr cerca mía. Si no era el gentío, eran los vehículos atufando a su paso, todo su recorrido por el tubo de escape.
Caminaba sin rumbo, sin dirección, pobre de mí estarás pensando, pero déjame decirte algo: Me llamo Yummy y así es cómo llegué hasta aquí:
Me había licenciado en bellas artes, en la universidad más popular de mi ciudad. Todo lo que tenía que ver con el arte en todas sus facetas, mostraba mi más agrada inspiración.
El caso, pude exponer mis obras en una gran galería. Lo que siempre había soñado.
Me juntaba con gente adinerada y mis obras eran muy vistosas, a los ojos de cualquiera. Había que reconocer que nadie se atrevería a poner ninguna de ellas en su salón.
En una de las exposiciones se me acercó un hombre con alguna que otra cana, interesándose por el cuadro más emblemático de mi colección.
Sin saber cómo, noté que realmente no estaba interesado del todo en él, si no en mí.
Me invitó a una copa de champán francés del más caro.
Era la primera vez que me reía tanto con alguien, el tiempo había pasado a un segundo plano, que disfrutaba como una niña y me sentía una mujer en todos los sentidos.
Jamás me faltó nada. Mi cuadro más preciado, acabó siendo vendido por un millón. Seguí dibujando. A veces en acuarela, en lienzo y otras a óleo y cada uno de mis cuadros representaba algo de mí; colores vivos, desnudez humana y paisajes efímeros donde no se sabe si hay horizonte.
Aprendí mucho. Odié la sociedad por no pararse un momento a ver lo que hay alrededor y fijarse en lo primero que ven.
Ahora sigo caminando, pensando que hay personas que brillan con luz propia, que tenerles cerca es dar un giro de ciento ochenta grados. Que hay besos fugaces de una noche, y almas inmortales.
Ojalá fuéramos eternamente jóvenes.
25 comentarios:
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Hola!
ResponderEliminarEstoy contigo ojalá fuésemos eternamente jóvenes sobre todo de corazón, algo realmente bueno para todos.
Incandescente tomo nota Gracias :-)
Hola,
EliminarComo dicen, la juventud está en como te quieras sentir.
Hola wapa! Incandescente es una historia muy bonita y por lo que veo escrita por ti, verdad? Sigue así! Bsss
ResponderEliminarHola,
EliminarSí, es escrito por mí :)
Hola guapa
ResponderEliminarWow los pelos de punta con la reflexión que veo de fondo en este texto. Porque si, la gente, y me incluyo a veces, va super rápido sin pararse a observar de verdad lo que les rodea, se quedan con la primera imagen y se pierden todo lo demás.
Y ay esa gente con luz propia, cuanta magia aportan a nuestras vidas
Un besazo
Hola Arien,
EliminarSi mirásemos más allá, veríamos cosas muy preciadas.
Hay personas, que no deberían irse.
Un besazo.
Me encanta el texto! Vivimos en un mundo con un ritmo tan frenético que no nos paramos a observar lo bueno que tenemos ni lo disfrutamos como es debido. En realidad la vida es el aquí y ahora. Me gustan tus palabras para reflexionar.
ResponderEliminarHay que aprovechar cada momento y dejar las prisas un poco de lado.
EliminarPor cada cosa que uno gana tiene que perder algo a cambio, y en este texto creo que no es la excepción. Hay que aprovechar el tiempo presente más seguido, tu texto me recuerda mucho mis tiempos en preparatoria...
ResponderEliminarMuy lindo, saludos
También lo veo así. A veces para ganar y avanzar, hay que perder algo. Algo así quería representar, para que de alguna manera nos sintamos identificados con esa época.
EliminarQUe bella historia, cargada de añoranza y nostalgia..que gana de saber más ..
ResponderEliminarMe encantó: “ojalá fuéramos eternamente jóvenes”
Me alegro de que te encantara :)
EliminarHola guapa, que bonito el escrito y me gusta esa idea de la sociedad que no mira lo que hay alrededor y ese final... si, ojala siempre fueramos jovenes, tendra sus desventajas pero eso de pensar en morir alguna vez y perderme todo.... que pena!
ResponderEliminarHola Resi,
EliminarPor eso hay que aprovechar todo cuanto podamos y valorar más los detalles.
Vaya relato más chulo, si es que te lo has inventado tú, estás hecha una buena escritora. Tienes imaginación para escribir, felicidades!
ResponderEliminarSalido de mi imaginación todo jeje. ¡Muchas gracias!
EliminarEs un relato muy chulo. Es cierto que la gente siempre va o con prisas o con la cabeza metida en el móvil, nadie se para a disfrutar de lo que hay a su alrededor. ¡Un beso!
ResponderEliminarUna pena. Se debería de desconectar un poco más.
EliminarUn beso.
Mira que me falta en el relato algo así como cada cual mirando su móvil sin importar si caminaba solo o acompañado...No solemos mirar los detalles y se nos escapan muchas cosas que merecen la pena admirar...bss!
ResponderEliminarTanto móvil y en vez de hablar con quien nos acompaña, seguimos con el móvil ainss. Hay tantas cosas por admirar...
EliminarBesos.
Una historia diferente pero de las que te dejan pensando si sigue con esa persona, de como te puede cambiar la vida en el momento en el decides mirar mas a fondo lo que ves. Lo malo que siempre andamos con prisas y seguro que nos perdemos lo mejor aunque me gusto tu forma de contarlo en una historia que puede dar mas de si...
ResponderEliminarUn besazo!
He querido meter varias cosas: el tiempo, los detalles que se nos pasan teniendo en cuenta ese toque que me gusta entre dos personas y la edad. Todo relacionado entre sí.
EliminarPodría continuarla, pero creo que se quedará cerrada.
Un besazo grande.
¡Hola!
ResponderEliminarOjalá, no hay nada como la juventud, aunque también es cierto que la madurez también tiene su qué (quizás es que me esté consolando jejeje).
El relato es precioso, aunque un tanto triste en realidad. Es, y con perdón, jodidamente desesperante ver como la gente va con prisas, va mirando el móvil a todas horas y no se para apreciar todo lo que les rodea.
Admito que muchas veces soy de esas personas, pero precisamente hoy, he dejado el telf en casa esta tarde y me he ido a pasear 2 horas por mi pueblo, sin rumbo, solo con la necesidad de ver esas pequeñas cosas que lo hacen grande.
Besotes
Hola,
EliminarHas hecho muy bien. No hay nada como desconectar de tanto teléfono y salir a pasear y ver la ciudad, la gente, qué sé yo...
En verano, también lo hice y qué gusto. Así se valoran mejor las cosas.
Besos.
Hola,
ResponderEliminarLos seres humanos, somos así de simples.