La dulce melodía

Miraba la ventana llover, mientras seguía teniendo esa melodía en mi cabeza. Sonaba dulce como las notas de un piano.

Intrigante me dejé llevar andando. Cada vez más cerca lo oía. Entré en un salón donde nadie tocaba las teclas. Esas teclas blancas que me recordaban a los momentos felices y las negras los momentos difíciles.

Cerré los ojos un momento para poder sentir aquella melodía.

Tan pronto mi olfato presenció un perfume de hombre al lado de mi cuello.

Una brisa de aire se coló por una ventana abierta y mi pelo se despeinó. Eché un pasó atrás y unas manos se posaron en mi cintura.
Dejándome llevar, caí en un arcoíris de pasión, romanticismo y ternura, mi amor ya no tenía cura.

Era tan maravilloso que seguía latiendo mi corazón y sólo él sabía cómo hacerme sentir tan viva.
Me di la vuelta y sin saber si hacía lo correcto le pedí a la luna que alargara esta noche...


Dedicado a mi amor, por nuestro primer aniversario.