Cómo hacer un joyero con conchas

Lo que me gustan a mí las conchas, y la de cosas preciosas que se pueden hacer con ellas.

Siempre que voy a la playa intento coger muchas. Este año, no iba a ser menos y con ellas, se me ocurrió la idea de poder hacer de alguna forma, un joyero para amigas, familia y alguno para mi tocador y guardar esas joyitas tan especiales...

¿Con ganas de hacerte uno? Pues toma nota, porque no vale con cualquier concha.

Vamos con el paso a paso:

1. Lo primero que vas a necesitar obviamente son las conchas. Tienen que ser tres. Dos de ellas, tienen que ser del mismo tamaño con agujero y que coincidan al unirse la mayor parte. Por otro lado, tienen que ser del mismo color o parecido y la misma textura. Es decir, que si son lisas como en las fotos, o rayadas como las vieiras. En mi caso, iba hacer tres joyeros. Así que, en columnas se pueden ver cómo deben ser las tres conchas. Las primeras, harán de base y deben ser más grandes que las otras dos sin agujero.

2. Hazte con cuerdas o lazos que sean finos para poder unir las conchas de agujero. Pueden ser de colores o transparentes. Luego la parte de los lazos quedará atrás. Por lo que tampoco se verá mucho, pero queda más bonito este pequeño detalle.

3. Como decía en el primer paso, las dos conchas del mismo tamaño, color, con agujero, etc, las tienes que juntar así.

La parte de los agujeros, también debe de quedar lo más pegadas posible. De tal manera que encajen para que luego de esta forma, comprobarás que el joyero cierra. Es una parte difícil de conseguir. Ya que cada concha es de una madre y un padre diferente. Si lo consigues que encajen, aunque sea el 80% ¡date por afortund@!

4. Ahora le das la vuelta a las conchas, y mirando un agujerito para la izquierda y el otro para la derecha, metes el lazo por los agujeros.

5. Después de unirlas con el lazo lo más pegadas posible, debes hacer dos nudos fuertes para nunca se deshagan..

6. Luego haz un lazo, lo más pequeñito posible para que no sea tan llamativo. Una vez lo tengas fijado, apriétalo bien, tirando de cada lazada. Te quedará un buen sobrante. Toca sacar las tijeras y cortarlo. También lo más corto posible.

Debe de quedar así de pequeño:

7. Ahora vamos por la concha más grande, que servirá de base. Con un poco de cola blanca o transparente, echamos un punto, justo cerca del extremo de la concha. Tal y como se muestra a continuación:

8. Ahora viene el paso más difícil. Coger las otras dos conchas ya juntas, que estén mirando en la misma dirección, y unificarlas.
Por el peso y de que está en un extremo, deberás estar un rato largo haciendo presión hasta que la cola se adhiera bien en las conchas. Y digo que es difícil, porque cansa mantener el equilibrio, tarda en secarse y si te tuerces, quedará feo.

9. Pasada media hora o mucho más, Cuanto más tiempo mejor, sin tocarlo. Tendrás un precioso joyero. En mi caso, tres joyeritos. Así se tienen que ver, donde lo quieras poner:

Por la parte de atrás, se vería así con sus lacitos:

10. Ahora a lucirlo en un buen lugar y guardar esos pendientes o joyas que más cariño tengas.

¿Te animas a hacerlo?