Vacaciones por Costa del Sol

Playa de Nerja, Balcón de Europa

Ya estoy de nuevo por aquí, para compartir mi semana de vacaciones por Costa del Sol. 

Nos fuimos la última semana de junio, ya que por fechas salía más económico coincidiendo con el día de San Juan. Desde hace unos años, quería pasar este día en la playa y disfrutar de lo que hacen a la medianoche y por lo que pudiera pasar en los siguientes meses, me venía mejor. 

Es una semana muy completa, que al final ves de todo. Así que sirve de guía por si quieres conocer un poco de turismo y playa a la vez.

¿Tienes ganas de descubrir mi experiencia por las diferentes zonas de Málaga? 

¡Coge sitio que salimos de Madrid para Benalmádena!

Día 23...

Un poco más de seis horas, con sus paradas de descanso y repostaje y unas ganas inmensas de literalmente mojarnos el culo en la playa. 

Con difícil acceso, curvas extralargas, y un cielo casi nublado, nos esperaba el que iba a ser nuestro  apartamento. Se encontraba en la zona de Torrequebrada (Benalmádena), donde a lo lejos se veía la playa, en frente un campo del golf con sus palmeras de lo más exóticas y en el lado opuesto a la playa, las montañas. ¿Se puede tener todo eso en uno? Ya te digo que sí. A continuación, dejo un vídeo de las vistas de la terraza. Para nosotros, la mejor parte de la casa.

Quitando que la casera era muy estricta e hizo firmar un contrato por si la rompíamos algo o pasada nuestra semana no abandonábamos la casa, cosa que no nos esperábamos, solo puedo adelantar que la casa mereció la pena. Tenía dos habitaciones, una con cama de matrimonio, y la otra con una cama individual y dos literas. A parte, de dos baños; uno con ducha y otro con bañera. Luego como extra que nunca viene mal, dos piscinas. Una para bebés y niños muy pequeñitos que apenas cubría y la otra una piscina grande con césped que se estaba de lujo. Pena no tener fotos de esto, porque era ¡alucinante!

Tras deshacer las maletas, comer y descansar, nos fuimos andando cuesta abajo una buena caminata a la playa de Bil Bil. Tenía unas ganas enormes de bañarme, y la sorpresa fue que en la orilla tenía piedrecitas molestas y la entrada un poco de piedras. Aun así, nos pudimos bañar y ¡qué gusto!

Como era el día de San Juan, nos fuimos al apartamento a ducharnos, cenar y prepararnos.

Nuestra tradición es poner tres deseos en un papelito y justo a las doce de la noche, quemarlos en una hoguera. Debo decir, que con las ganas que tenía de ver cómo lo celebraban en la playa me decepcionó bastante. No había hoguera común como donde yo vivo. Eran hogueras individuales que familias o amigos se montaban para quemar libros del colegio. Cosa que me parece una pena. Cerca del Castillo de Bil Bil a la una de noche, iban a tirar fuegos artificiales. Una hora demasiado tarde y con la decepción ni nos quedamos a verlo.  A la pregunta: ¿quemásteis vuestros deseos? Lamentablemente, ese día no. Lo hicimos al acabar nuestras vacas en una playita de Marbella. Una mini hoguerita. Así que, tenía dudas de si se cumplirían mis deseos, pero ya puedo decir que el más importante se ha cumplido hace diez días.

Otras personas en unos globos con fuego dentro, llamados globos de los deseos, farolillos voladores, de luz etc. Los dejaban volar y desaparecían por el cielo. Es algo asombroso. Dejo una foto. Lo único que es de internet, para que sepas que es. Ya que hice un vídeo y al ser largo, no me deja subirlo.

Día 24...

Este día madrugamos para ir a Marbella a desayunar unos churros a la Plaza de los Naranjos.

Dicen que la Churrería Ramón dan de los mejores churros que hay en España y eso tenía que probarlo por mi propia cuenta, ya que siempre solemos probar churros de la zona, pues aquí no podíamos perder la oportunidad.

Cuando pides churros, exactamente esto es lo que dan. Como ya dije en otro post, para mí esto son churri-porris. En Madrid los churros tienen forma de lazo y no van en rosca.

 Ahora sí que estaban buenos. No voy a decir que son los mejores churros que he probado porque no es así. Ahora como churri-porris, que más o menos es como así lo he visto en el sur, sí. Entran solos con el chocolate, que también estaba buenísimo.

Como dato de interés, quiero recordar que es Marbella y allí viven mucho del turismo de fuera y los precios de estos churros son caros.

En total por lo que se ve en la foto y añadiendo dos chocolates, nos cobraron 11 €.

Era consciente, que iban a ser un poco más carillos, pero no tanto. Sobre si los recomiendo para probarlos un día de visita ¿por qué no? pero para todos los días estando de vacas, a menos que te haya tocado la lotería o te sobre el dinero, no. 

Plaza de los Naranjos

Después de desayunar nos fuimos dando un paseo por sus calles estrechitas hasta llegar al Puerto deportivo de Marbella. Cerca a este, hay un buffet muy barato para comer. De lo más barato que he visto en Marbella aunque no comimos ahí.

Puerto deportivo de Marbella

La cantidad de barcos, lanchas y barcas que había. Por la noche por esta zona es un lugar con ambiente y fiestas y por el día se ponen los manteros a vender bolsos y falsificaciones.

Una de las recomendaciones que más me han dado y habéis dado, fue ir a Puerto Banús. Una odisea para encontrar sitio. Así que, lo mejor meterlo en el parking que está en frente de la playa o en El Corte Inglés, que sale más barato.

Aquí, mi chico me hizo ir a El Corte Inglés para comprarse unas sandalias, ya que se le habían olvidado en casa y necesitaba. Hasta que dio con unas... Luego en la plaza al lado de El Corte Inglés, hay puestos de souvenirs y cosillas varias. Ahí me saqué una foto que parezco que estoy en las nubes. 

Marbella es puro lujo. Por la zona del Puerto, donde sigo hablando hay tiendas de marcas carísimas y yates. Es muy curioso pararse a ver uno y no sacarle una foto.

Al lado hay una inmobiliaria, donde venden barcos y yates y ver los precios es quedarse con la boca abierta.

Como ya casi era la hora de comer, y todo era carísimo, acabamos en el Mc Donalds y luego por fin, playita. El agua apenas cubría y cuanto más lejos de la orilla más caliente estaba. Ver para creer.

Tenía unas vistas maravillosas a las montañas y a todo el mar a dentro. Desde el faro, se veía todo Puerto Banús. Lugar de visita obligatoria si vienes a Marbella.

Por la tarde, nos acercamos a otra playa. La playa de Cabopino. En verdad, en el trozo en el que estuvimos no me gustó. En verdad, ni me acabé bañando solo tomando un poco el sol.

Lo que sí me sorprendió de la playa, es que dentro del agua tenía una zona de baño con asientos para personas con discapacidad reducida. Es la primera vez que lo vi y me parece estupendo.

Da la sensación, que es como los asientos del cine y cuando pasa la ola te moja bien. Me hubiera gustado probarlo, pero como había niños me quedé con las ganas.

Como la playa en sí, no nos iba mucho nos dimos un buen refrescón en la piscina y ese día por la noche teníamos planeado salida, pero estábamos muertos que no salimos.

Día 25...

Nos acercamos a Fuengirola para ver el Castillo de Sohail. Un castillo con vistas privilegiadas al mar, donde dentro sé que hay cañones. La sorpresa fue que estaba cerrado por evento justo ese día y bueno, miramos a ver si podíamos ir otro día de nuestra estancia, pero no se volvía abrir hasta el día que ya nos íbamos. Así que por dentro no lo pudimos ver.

De donde está tomada esta foto, de fondo el castillo de Sohail y a la izquierda está el puente de la Armada española.

Continuando por este puente todo recto, hay un paseo con tiendas de cosas de playa y suvenirs. También un letrero con un Buffet. Lo gracioso que nos pusimos andar para ir a ese buffet libre que estaba muy lejos y acabamos en otro mucho más económico, cerca del puerto. Este se llama Seaview restaurante. Lo llevan una familia de chinos muy amables que hablan español casi podría decir que a la perfección. No tienen mucha variedad, pero se come muy bien y tienes cerca el mar.

En este mismo puerto que no tiene pérdida, nos dieron un papel que hacen salidas a alta mar para ver delfines. Es algo que me hubiera gustado, y lo tengo pendiente desde el año pasado. Una pena no haberlo sabido antes, pero siempre está bien saberlo por si te interesa.

Ya en la tarde, fuimos a la playa de Calahonda que se encuentra en Mijas. Puras piedras tanto lo que sería la arena y pedrolos al andar.

Aquí estaba plagado de erizos y hay que tener cuidado. Llegué a bucear poco, porque apenas podía pisar, y llevarme algún susto. Así que al no ser muy hondo, y no cubrirme más que las rodillas se me dificulta el buceo.

Recuerdo que me fui andando por la playa, ya que como he dicho, eran piedras y no me apetecía tumbarme. Al final acabé cogiendo caracolillas pequeñitas y eso es lo que mejor me llevo de esta playa.

Por la noche, fuimos a Torremolinos. Me habían recomendado Lombok para salir de ambiente y tomar algo. Lo mejor para salir de noche, pero nos centramos en Playamar que me habían dicho que era por ahí y como no me acordaba del nombre no dimos con el sitio. Así que fuimos por una conocida calle, que también dicen que hay ambientillo. La calle San Miguel en otra punta. 

Pues la gente que había a esas horas no daba buena espina. Al volver al coche, nos paró un hombre preguntándonos si hablábamos español o inglés. Era extranjero, a mí me pareció que tenía acento italiano y unas pintas de borracho de "quítate de mi vista". Parecía que nos iba a atacar, robar o cualquier cosa menos buenas intenciones. A lo que mi chico le contestó: "¿por?". Y él volvió a preguntar lo mismo y mi chico igual. Como dato hay que saber que si alguien te pregunta esto, nunca sabes si está buscando un inocente turista de fuera de habla española o un guiri. Con esto hay que tener mucho cuidado y mejor intentar que la otra persona se nos aleje de nuestra vista.

A mí me estaba poniendo a la defensiva porque estaba fumando y se acercó demasiado invadiendo el espacio personal, que se suele tener cuando no conoces de nada a alguien. Se acercó tanto, que no sabía si se iba a sacar una navaja o quemarnos con el cigarrillo. Luego dijo algo como "amigo busco la playa...." No éramos de la zona y así que le indicamos la dirección opuesta a nosotras. ¿Qué hizo? poner su mano en el hombro de mi chico a lo que mi chico, se la quitó y dijo el hombre: "tranquilo amigo, gracias." Se daría cuenta que si intentaba algo no iba a conseguirlo.

Le observamos y a lo lejos hizo lo mismo con otra persona. Se arrimaba demasiado... Si iba con malas intenciones no lo sabemos, pero menos mal que quedó en un susto de malas impresiones.

Día 26...

Por nuestro día especial, visitamos el Castillo de Colomares, que se encuentra en Benalmádena. Lo teníamos a unos 17 min en coche. Es un monumento a Cristóbal Colón y el Descubrimiento de América.

La entrada vale 2,50 € en adultos y solo está abierto de miércoles a domingo. Por eso fuimos este día y no el anterior como teníamos previsto.

El castillo prácticamente parece de cuento. Es todo exterior con jardines y vistas al mar a lo lejos. De muy buen gusto y toda una preciosidad con mucho encanto.

Reconozco que iba preparada para buenas fotos y parecer toda una princesa, y así me sentí. Si lo visitas, sácate todas las fotos que quieras y arréglate para la ocasión. Así podrás vivir tu propio cuento.

Abre a las 10h de la mañana, y es mejor estar de los primeros que va menos gente. Así tener todo el escenario para disfrutarlo y aprovechar de buenas fotos sin que salga nadie, cosa que va siendo complicado a medida que pasan las horas.

Es un castillo con mucha historia detrás para quienes les gusta la historia de España, en la que Colón les propone a los Reyes Católicos el viaje para conquistar las Indias.

En este monumento a él, también podrás subirte y ver algunas de las tres naves donde navegó. Conocidas como: La Niña, La Pinta y La Santa María.

Promete mucho el lugar. Te dan un papel y tú vas por cada escenario leyendo lo que representa. Visita obligada si vienes por estos lares de la Costa del Sol.

Sin duda, este día fue de los mejores. Iba asada porque la falda daba bastante calor, pero mereció la pena para mis fotos de recuerdo.

Gracias a que el apartamento tenía piscina, antes de comer vino de lujo para refrescar.

La tarde también fue una sorpresa. Una de las mejores playas que tiene Benalmádena, es la playa de La Viborilla. Dicen que es como una de esas playas del Caribe porque está escondida entre palmeras. Lo primero no me lo pareció, pero que está escondida entre palmeras sí es verdad.

Es bastante pequeña, pero acogedora si no hay mucha gente. También como las demás playas de la zona es de piedrecitas y piedras al entrar. Siempre recomendaré como calzado de playa unas buenas cangrejeras, que aunque no sean bonitas os aseguro que es lo mejor para este tipo de playas.

Lo bueno de esta playa a parte de las palmeras que ocultan la playa, es que tiene hamacas de pago, por si te da cosa tumbarte entre piedrecitas. Arriba hay un restaurante bastante fresco y ya en la playa, cabe destacar que es la mejor playa de Benalmádena (dicen que también la de las Yucas, aunque no estuve) para bucear y ver diferentes peces y fauna marina. 

Con un poco de suerte, encontrar algún que otro tesoro, como lo que más me gusta encontrar en la playa: conchas.

Si te gusta pescar o coger mejillones, en la roca que se aprecia al fondo de esta foto es un buen sitio. Los mejillones se quedan pegados a las rocas, pero necesitarás de utensilios para cogerlos. Es uno de los grandes entretenimientos de familias por lo que vi.

Siempre lo diré. En esta playa no tenía la intención de bucear y mojarme el cabello ya que luego íbamos a salir a festejar y quería estar "mona". Mi novio me animó a bucear y así lo hice. Me lo pasé en grande, sí, me mojé el pelo y se puso enredado, pero nada que luego no se pudiera arreglar.

A veces es mejor hacerlo, que quedarte con las ganas y disfrutar del momento.

Dejo un pequeño vídeo del atardecer en esta playa:

Por la noche, salimos a conocer Puerto Marina. Un puerto deportivo, donde hay barcos atracados, puentes, unos apartamentos que parecen palacetes. Creo que las fotos tomadas en el atardecer quedaron impresionantes, pero ya os digo que en persona es aun mejor.

También podemos encontrar muchas zonas de ocio como restaurantes de todo tipo, tiendas de ropa, souvenirs, heladerías y manteros. Sí, es una zona donde verás a un montón vendiendo bolsos, carteras y zapatillas de marcas falsificadas.

A su vez, muchas personas extranjeras hacen de esta zona en concreto tenga vida y ambiente.

No llegamos a cenar en Puerto Marina, más bien en Los tres Mellizos por el paseo Marítimo. Casi al final. Nos pareció más barato y había sitios disponibles.

Quisimos probar la fritura malagueña. Lo que no me gustó de este sitio, es que estábamos sentados al lado de la cocina. Eso estaba abierto y veías cómo lo preparaban. Fue que delante mía que yo estaba mirando, tiraron un plato de fritura como lo que habíamos pedido a la basura recién hecho. El motivo no tengo ni idea, pero me sienta mal cuando la comida que se tiran son seres vivos que han muerto para que nosotras las personas nos las comamos. Grrr.

Sobre la comida, este es el plato. Había variedad, siendo lo que más había eran chanquetes.

Día 27...

Otro de los días más aprovechados acercándonos a la capital, Málaga. Tocaba visitar el Castillo de Gibralfaro y la Alcazaba.

Aquí también viene anécdota. Cuando llegamos había un parking y nos sale un hombre mayor. Era un gorrilla, de los que te dicen dónde aparcar echándole cara y luego te piden dinero.

Al aparcar, se nos pone en la puerta del conductor y dice: "es un euro, por favor". A lo que nos miramos todo asados por la calor, bebemos agua y el señor, con todo su morro nos abre la puerta y se queda esperando. Encima impaciente. Así que nos cuenta la película que tengamos cuidado con no dejar cosas importantes a la vista que los niños morillos pertenecientes a Marruecos que como son menores no les van hacer nada, rompían los cristales con la intención de robar. No paraba de repetir esto hasta que le dimos un euro en chatarrilla. Como pudimos...

Entre nosotros, estoy segura que si luego vienes y te encuentras el coche roto es más probable que haya sido él por no pagarle lo que pide.

En cuanto a la vista, recomiendo visitar las dos cosas conjuntamente que sale más barato. Si no recuerdo mal unos 5,50 € y tienes acceso libre para visitar por dónde tú quieras en el tiempo que quieras. 

Lleva buena cámara, protección solar y botella, porque la calor arriba y el sol es tremendo, pero con las mejores vistas panorámicas de toda Málaga.

Según entras por la puerta al Castillo de Gibralfaro, lo primero que te encuentras es este cañón y a la derecha unas escaleras para subir y empezar apreciar de unas maravillosas vistas.

Por un lado, ves de fondo las montañas y un montón de casas, que si te paras a apreciarlas verás casas más humildes y casas más normales.

Tengo muchísimas fotos desde arriba, pero enseñaré las más interesantes donde se aprecie todo lo que quiero comentar.

Los contrastes también son muy bonitos. A veces era muy difícil mirar al horizonte o a la cámara sin gafas de sol. Así que, añade también unas gafas para ver y no salir con ojos chinitos.

Este día, había una gaviota a la que llamé Gavita. La tuve tan cerca, que añado una foto de lo graciosa que era.

Como todos los castillos, este no va ser menos y también tiene mucha historia detrás, que puedes leer en Internet porque allí no hay guías.

Cada rincón dan ganas de pararte a contemplarlo y sacarte una fotillo. Como por ejemplo en este trozo de torre, donde se ve la catedral, la Alcazaba y el puerto.

Las vistas desde arriba son alucinantes. Se puede ver a parte de la ciudad, la plaza de toros, grandes edificios, así como el puerto que es espectacular.

Ahora viene la parte intensa. Mientras que el Castillo está arriba y si vas en coche o autobús llegas descansado, para ver la Alcazaba tienes que bajar muchísimo. Una buena caminata entre cuestas.

Una vez llegas, la entrada está en el centro de Málaga y esta se ve mucho más rápido que el castillo.

Tiene vistas más céntricas a Málaga. Igualmente también al puerto desde otra perspectiva y fuentes con jardines. En algunas de las fuentes la gente tira monedillas con la intención probablemente de pedir un deseo.

Al terminar la visita al completo, ya que has bajado tanto lo mejor es disfrutar de las calles de Málaga. No es que viéramos mucho, pero nos acercamos hasta la catedral para verla por fuera ya que había que pagar para entrar y ya iba a ser dinero y tiempo invertido de más.

También buscaba lotería de Navidad como cada año que viajo para toda mi familia, y como íbamos en junio hasta la segunda semana de julio no la vendían.

Para comer, una buena seguidora me recomendó El Tintero. Así que, tocaba subida agotadora y sofocante hasta el coche. Fue sufrido, muy sufrido porque ya no corría el aire y te sudaba todo. Así que mucha agua y mucha hidratación para no acabar teniendo un golpe de calor.

El Tintero, es un chiringuito al lado de la playa de El dedo, en una esquina. El proceso de este sitio para comer es diferente a lo que estaba acostumbrada.

Te sientas donde quieres, y los camareros van pasando con diferentes platos de comida. Si te interesa ese plato, levantas la mano y esperas a que con un poco se suerte el plato llegue a tu mesa. Así con todo lo que quieras. Salvo con la bebida que te la sirven al sentarte.

Para pagar, pasa un camarero gritando cobrar y si ya no quieres más, igual. Le paras, te hace un cálculo por el tamaño del plato que tengan ellos y sin explicarte nada, te cobran.

Se come bien. De hecho comimos una buena ración de chipirones y calamares, con refrescos. Lo único que si no estás muy avispado o tardan en traer lo que quieres comer, te quedas mucho a la espera.

Después de esta buena recomendación para comer, nos bañamos en las conocidas playas de La caleta y La Malagueta tomándonos un helado y a descansar al apartamento.

Día 28...

Si no lo digo, quedaría en el olvido. Es a partir de este día que empecé a disfrutar más.

Hace algún tiempo en un blog de viajes, recomendaban visitar Frigiliana si venías a Málaga. No sé exactamente qué es lo que me llamó la atención, pero tenía claro que quería concocerlo de tenerla oportunidad y así ha sido.

Frigiliana es considerado de los pueblos más bonitos de España. De esos pueblos blancos con encanto que gusta perderse por sus callejuelas y ver por dónde acabas.

También tiene un parador donde se puede contemplar todo el pueblo, desde donde está hecha la primera foto de arriba. 

Lo mejor de pueblos como estos es coger un camino y descubrir por dónde te lleva. Es recomendable ir con calzado cómodo, porque tiene muchas cuestas y pega mucho el sol.

Por sus calles, llama la atención todas las pareces pintadas de blanco y pequeños jarrones pintados de azul o flores de colores muy vivos.

            

Caminando por una de sus calles, llegamos a la Fuente Vieja y ahí descansamos un poco antes de seguir descubriendo el pueblo.

Es un pueblo pequeño. No es que tenga muchas cosas, pero una vez que el pueblo se da a conocer van muchos turistas y merece la pena. Más si quieres hacerte un 2x1: Frigiliana y luego Nerja, como hicimos nosotros.

Por último, tiene una pequeña parroquia que me recordó por el San Antonio de dentro a la del pueblo de mi abuela en Ávila. Si eres creyente como si no, solo por las estructuras te animo a entrar.

De Frigiliana a Nerja hay unos 23 min. Aunque lo más visitado son las famosas cuevas de Nerja, para este viaje las dejamos pasar, ya que me recordaron un poco a la Gruta de las Maravillas en Aracena, Huelva. En otra ocasión, estoy segura que las veremos, ya que adelanto que Nerja fue de lo que más me gustó de toda la Costa del Sol.

Adjunto un pequeño vídeo del Balcón de Europa, primera visita de Nerja.

Es el agua más turquesa que he visto en muchas playas y sobre todo si le da el sol. Por eso se gana la palma en lo mejor de Costa del Sol para mí.

Aunque en estas playas del Balcón de Europa no me bañé, donde fuimos estuvo genial. Nos acercamos a una playa con muy difícil acceso. Lo que viene a ser 30 min andando por un bosque y por un camino de carretera, que solo podían bajar unas furgonetas pagando.

No tengo fotos de esta playa, pero era grandísima, con un chiringuito y poca gente. Aquí buceé como nunca. El mar era otro mundo a descubrir. Vi especies de peces entre lo profundo y lo hondo, me superé a mí misma. Con esto me refiero, a que me cubría demasiado y era un poco peligroso.

Sin ir más lejos, la fauna marina es curiosa, pero también alberga sus peligros. Mi chico llegó a ver una raya, que ella al verle a él salió oculta entre la arena y menos mal.

Valió la pena. Ahora otro de los lugares que me encantaría ver en un próximo viaje son los acantilados de Maro en Nerja. He visto fotos y es muy tentador, pero para ver ido ahí, hubiera que haber quitado de la lista pasar la mañana en Frigiliana.

Día 29...

Habíamos visto un Torremolinos nocturno que no nos gustó y ahora quedaba verlo de día. Estuvimos en Playamar, pero no había esa chispa que con otros lugares.

Por la tarde, por conocer un poco más Fuengirola allí aprovechamos nuestro último día de mar en la playa de Las Gaviotas. Me gusta más que Torremolinos.

De hecho, aquí tontamente buceando ya que no me iba a meter mucho cogí las caracolas más bonitas y grandes. Todo en unos 5 min que ya empezaba hacer fresquete.

Día 30...

Tras hacer una buena limpieza al apartamento para que la casera nos devolviera el dinero de la fianza, como habíamos acabado pronto fuimos a Puerto Marina hacer las últimas fotos por el día.

Este lugar es mágico. Tanto de día como de noche es demasiado conquistador.

El primer día vimos el Castillo Bil Bil por la noche, pero las fotos salían muy mal. Así que también aprovechamos para verlo por el día.

Volvimos al apartamento, revisó que estaba todo bien, nos dio el dinero y rumbo a Ronda.

Era hora y pico, pero se me hizo corto solo por conocer Ronda. Nos habían hablado muy bien.

Tiene la plaza de toros más antigua de España y aunque no soy taurina es algo que forma parte de la historia y tenía que hacer una mención especial.

Para acabar, tras mucho calor bajamos a ver Puente Nuevo o también llamado el Balcón del Coño. Su nombre tan malsonante se debe a que cuando bajas hay  como un balcón y hay quien dice "¡coño"! por sus impresionantes vistas. De ahí su nombre.

A pesar que esto me lo habían contado antes de ir, cuando bajé y lo vi ni se me pasó por la cabeza, ni dije nada de eso. Es bonito sí, pero más para mí por sus contrastes de colores al dar el sol.

Por último, de forma improvisada pasamos por Antequera. Lo que es comprar unos molletes para que mi madre lo probara y comparara con los que hace ella y poco más. Allí es más para visitar Los Dólmenes, pero a esas horas por la tarde estaba cerrado.

Un viaje aventurero, con turismo, playa, montaña y castillos en una semana que dio para mucho.

El mundo es demasiado bonito como para verlo desde casa. 

¡Sal y descúbrelo!