Ikono SPF 50 - Elisabeth Vargas Cosmetic

Antes de probar la crema, sentía curiosidad por la marca y saber por qué se llama Elisabeth Vargas Cosmetic. Mirando más acerca sobre ella, resulta que su nombre hace homenaje a una esteticista prestigiosa, que falleció por cáncer en 2011. De ahí que le hayan puesto su nombre.

La marca Elisabeth Vargas Cosmetic, cuenta con más de 20 años de experiencia en el sector de la cosmética profesional de alta gama. Cuentan con altas concentraciones en activos de última generación que aportan a la piel soluciones antienvejecimiento y la mejor calidad y lujo que podemos ofrecer a nuestra piel.

Esto último, es algo que he podido comprobar por mí misma al cabo de largas semanas mientras he estado usando su crema Ikono SPF 50.

Esta crema, para mí es sorprendente porque lleva factor de protección 50. Anteriormente, no he probado ninguna otra crema normal de día, que pueda ofrecerme este tipo de protección. Lo mejor de todo, es una crema con la protección más alta que puede haber. Lo que ya nos garantiza, una seguridad muy alta a la hora de proteger nuestro rostro del sol día a día. No solo en verano, si no en invierno y durante todo el año. Que aunque no sea un sol tan fuerte, recordemos que siempre deberíamos usar protección solar.

Hay quien usa su crema sin ningún tipo de spf  y luego le añade la crema con protección solar que puede usar para la playa. Sinceramente, ese no es mi caso. Pensar, que me tengo que echar dos cremas seguidas me da una pereza tremenda. Cosa que con Ikono SPF 50, es algo que me ahorro y tengo todo en uno.

Como ya comentaba anteriormente, es una crema de alta cosmética que además facilita a la piel un tratamiento fotoprotector y antienvejecimiento bastante alto a los efectos nocivos medioambientales como los cambios de temperatura y los rayos solares.

Se aplica en este formato dispensador, lo cual hace que salga poco producto, y podamos repartirlo mejor en la piel sin tener que tocar o meter el/los dedo/s en el envase y eso al final hace que puedan perpetrar antes las bacterias y la crema esté menos segura de sus propiedades antes de tiempo.

Su textura es ligera, de fácil aplicación y absorción. No queda la piel nada grasa, ni pegajosa. Ni tampoco  molesta, que te la tocas y sientes que te has echado algo.

Aporta la hidratación y suavidad que siempre gusta tener al sentir la piel, regenera y estimula su elasticidad. A parte, frena el proceso oxidativo de la piel manteniendo el ADN íntegro.

Con respecto a los ingredientes, viene en un lateral del envase, pero muy pequeñito que para verlos mejor, recomiendo pinchar la imagen y agrandar.

(para ver mejor pinchar y agrandar imagen)

Tiene muchos principios activos, entre ellos destaco los más conocidos como el colágeno marino, el ácido hialurónico, el aceite de jojoba y el aloe vera.

Por su SPF 50, es una crema sólo para la mañana. Por la noche no tendría mucho sentido usarla.

Me gusta muchísimo por todo lo que ofrece y también por los detalles bien cuidados. Con esto me refiero al packaging tan bonito y deslumbrante en color dorado, que da gusto tenerlo a la vista en el tocador.
Así como, que sea dosificador y cumpla lo prometido.

Después de conocer esta maravilla de producto, también gusta saber su precio. Vale unos 39 euros y entra 30 ml que dan para mucho. Realmente pienso, que aunque de entrada parezca caro, cada mínimo detalle está tan bien cuidado y conseguido haciendo de esta crema muy buena. La calidad se paga y es uno de los mejores lujos que he probado en mi piel.

No dudes en visitar su web si quieres saber más sobre este producto u otros de la marca.